Cronica Bilbao - Bilbao 2008



Estres: Podríamos definir el estrés como una enfermedad producto de una inadaptación a una sociedad competitiva y cambiante y provocado por el éxito o el fracaso, la salud o la enfermedad, la alegría o la tristeza. , es decir, todo acontecimiento de la vida personal o social al que el organismo da una respuesta inadecuada. http://www.definicion.org

Defiendo que el deporte es una buena manera de desconectar de todo este mundo de servidores, instalaciones, problemas, etc... Y como tal, lo utilizo cuando tengo un hueco.

El otro dia se me planteo la oportunidad de acudir a la bilbao- bilbao 2008 ,http://www.bilbaobilbao.com y realmente fue una experiencia formidable y aunque se escape del tema que se suele tratar en el blog, si que me apetece compartirla por que si así, os sirve para desconectar un poco como a mi, pues bienvenido sea.

Crónica:
La primera dificultad fue despertarse a esas horas en las que hasta las calles están cerradas , y mas si se trata de un domingo.
El despertador suena a las 6 de la mañana, como puedo me voy levantando, duchándome y cogiendo los elementos (casco, cuenta km, botellín) que voy a necesitar para la marcha.
Cargo la bici en el coche, y me desplazo hasta Bilbao con tranquilidad y despertando poco a poco el cuerpo.
Allí se llega a las 8 de la mañana, todavía quedaba hacer la inscripción así que después de guardar una pequeña cola de ciclistas nerviosos por iniciar la marcha, ya tengo todo en orden para iniciar el recorrido.

El recorrido son 116 km, largos y duros como un día sin pan con sus correspondientes altos.


La salida se efectúa según los planes de la organización y a las 8:30 ya estamos dando las primeras pedaladas. Es curiosa la sensación de ir en un pelotón de 6017 personas. Notas como existe una jerarquía de gente que lleva el mando dentro del pelotón, y eso se trasmite de una manera especial cuando estas dentro. Otra cosa que percibes nada mas empezar es el compañerismo que reina entre los ciclistas, y enseguida te sientes como uno mas y no tardas en disfrutar y perder esos nervios del principio.

Los primeros 20 km la marcha transcurre lenta, ya que el gran numero de ciclistas hace que haya que extremar las precauciones de seguridad y tienes que estar atento al 100% para evitar cualquier accidente.

La llegada de las primeras rampas, produce embotellamientos en el pelotón, por lo que tenemos que echar el pie al suelo. Aun así es superado con buen sentido del humor, y los comentarios entre el pelotón produce mas de una buena risa.

Hasta el km 40 el pelotón ya empieza a rodar algo ligero a una media de 25 km, y sirve para ir conociendo a los que te rodean. Todo el mundo comenta sus años anteriores, te preguntan, etc... vas haciendo grupo y dándote cuenta que esto es una reunión de amigos y que vas a pasar un día cojonudo.

Alrededor del km 40, empieza una de las subidas esperadas por el pelotón: Unbe. Es larga pero tendida, el sufrimiento de algunos ciclistas se palpa y se empiezan a crear grupos. Yo consigo pasarle sin sufrir en exceso, además es bien sabido que la bajada de Unbe es impresionante y eso da fuerzas para subir en busca de esa recompensa que es el descenso.
Y la verdad es que no decepciona. La bajada se disfruta, pones la bici a 60km/h sin problemas por una buena carretera y te dejas llevar.

(Foto Subida a Umbe, en el medio señalado con una flecha estoy yo sufriendo)


Después de realizar un buen llaneo, las piernas ya notan algo el esfuerzo, pero la llegada al avituallamiento situado en el km 60, nos da fuerzas para seguir. La llegada al avituallamiento iba a ser un buen punto de referencia, ya que viendo como se llegara aquí, las sensaciones para poder acabar la marcha iban a ser unas u otras. Por suerte las sensaciones eran buenas, por lo que salí con las pilas puestas para así terminar la marcha...sufriendo o no, eso ya se vería.


Los siguientes km's son de los rompepiernas. Subidas para arriba , una y otra vez. Es una zona que es conocida como "los toboganes". Me veo obligado a realizar múltiples cambios en el desarrollo para buscar constantemente la mejor pedalada. El grupo ya esta muy roto, pero el grupo que hicimos sigue con paso firme, y buen ritmo.

Y por fin llegamos a lo que es el puerto reina de la etapa. Mas o menos en el km 85 esta la subida a Morga. Es curioso como km's antes de llegar los ciclistas van comentando como es la subida, lo cual crea grandes expectativas y nerviosismo entre los que lo escuchamos. Es una subida que va tendiendo poco a poco hasta que pega el gran ostión y te encuentras los porcentajes mas duros. La subida es una pasada. Tiene un paisaje impresionante, una carretera buena, pero lo mejor es lo que lo rodea. La gente que lo ve, te da ánimos y te recompensa el esfuerzo que estas realizando. En el pelotón la gente que va con mas fuerzas te anima, y así haces con los que van peor que tu.
Al final, cuando llegas a la subida, se oyen gritos de alegría y es un buen momento para hablar con tus compañeros y compartir como se he llevado este ultimo esfuerzo.

Aunque claro, una vez llegado aquí, para mi llegó lo peor. Mas de 20 km de llaneo por autopista. En este punto es donde llego mi autentico sufrimiento. Nos paso un grupo de unos 30 ciclistas, que iban una vuelta de tuerca por encima a la que iba. Y claro en este tipo de carretera, o te unes a un grupo o sufres mas de la cuenta. Los esfuerzos por no salirme del grupo fueron muchos. Las piernas ya no respondían como antes, y la verdad sea dicha que necesite alguna ayuda para no perder contacto con el grupo.

A pesar de todo, y una vez subido unos pequeños repechos que a mas de uno le dejaron clavado, hicimos la entrada en la avenida principal, y cuando pasamos la pancarta de meta, sabíamos que habíamos dejado atrás muchos km's, risas, amigos, y un día para enmarcar.

Lo peor
Íbamos sobre el km 55 de la marcha y a lo lejos vimos unas ambulancias en la cuneta, al pasar por allí, un escalofrío nos recorrió a todos los que pasamos. El cuerpo de un ciclista estaba tendido en el suelo cubierto con una manta. Los siguientes km's se hicieron duros y en silencio, y aunque la gente intentaba seguir con normalidad todos teníamos en la cabeza ese momento y esa gran desgracia.
Después nos enteramos de que se trataba de un ciclista que sufrió un problema cardiaco. Desde aquí se le recordará y seguro que las próximas Bilbao-Bilbao va a estar muy presente en las cabezas de los que por allí pasamos. DEP.

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